Desde el 9 de julio los trabajadores de Unilever se encuentran en huelga, en medio de la pandemia decidieron realizar la votación para poder mejorar sus condiciones de trabajo, ante una empresa que cuenta con más 400 marcas a nivel mundial.
La transnacional Unilever viene despidiendo en masa a los trabajadores en latino américa, como en Argentina, Chile y Brasil.
Sólo en Chile en el año 2019 la empresa dejó en la calle a todos los trabajadores del centro de distribución en la comuna de Quilicura, para implementar el subcontrato. Además han despedido a trabajadores de la planta de Lampa y también previo a la negociación colectiva del sindicato de la planta de panamericana en la comuna de Conchalí, despidieron a muchos trabajadores y cerraron las plantas de: margarina, algunas marcas de té y Bresler.
La empresa de Unilever que opera en panamericana procesan y fabrican, insumos de primera necesidad, como margarina, té, mayonesa, salsa de tomate.
Los trabajadores agrupados en el sindicato N°2 entregaron un pliego de demandas el 25 de mayo y hasta la fecha la gerencia no ha respondido antes este petitorio.
Los 145 trabajadores de Unilever que están huelga en plena pandemia, han manifestado que la empresa no quiere respetar antiguos beneficios ya obtenidos por ellos, por lo que hoy están defendiendo el 1% de ajuste anual por sobre el IPC. La plana gerencial de Unilever, alega que los trabajadores tienen sueldos que están por sobre el mercado, lo aberrante de esto es que en medio de la pandemia comunicó públicamente a la planta que habían subido las ventas en un 30% y que proyectaban un 10% para los próximos meses.
En las mediaciones Unilever negó las demandas de los trabajadores, planteando que no tiene solvencia económica, además amenaza con el cierre de la planta de panamericana afirmando que proyectan este cierre dentro de los 2 próximos años.
Esta es una transnacional que se enriquece a costa de la exposición de los trabajadores en medio de la pandemia, atemorizando con el hambre y el desempleo a sus funcionarios, esta es la realidad escondida dentro de la fábrica.
Los trabajadores son quienes han sido más golpeados por la pandemia, los cuales ascienden a 2 millones de cesantes a nivel nacional, arrojados al hambre, perdiendo sus fuentes de ingresos para sus familias. A esto se le suma que el gobierno hoy juegan con nuestras expectativas ante el posible retiro del 10% de nuestras pensiones, algo totalmente necesario para poder soportar todas esta crisis mundial que sigue amenazando con muerte, miseria y hambre a millones de trabajadores. En este contexto los trabajadores de Unilever han decidido pelear para defender sus derechos, con mítines fuera de la planta en panamericana y difundiendo sus demandas han logrado virilizar el conflicto con la transnacional.
La lucha de los huelguistas de Unilever necesitan la máxima solidaridad de todos los sectores, su pelea puede transformarse en un ejemplo de como enfrentar a unas de las transnacionales más duras y anti sindicales del mundo, es por esto que la CUT y los grandes sindicatos tienen que tomar esta lucha como ejemplo, para pelear por la prohibición de despidos, el cierre de cualquier lugar de trabajo, y que a través de las millonarias ganancias que los trabajadores de Unilever producen, se obtengan íntegramente todos los beneficios de su pliego de peticiones.
No podemos seguir sacrificando la vida de miles por las ganancias de unos pocos.