Epidemiólogo Aníbal Vivaceta sobre desconfinamiento: “Las medidas tienen enfoque economicista, como si estuviéramos mirando la bolsa”

El presidente Sebastián Piñera dio a conocer el plan ‘Paso a Paso’, un programa de cinco etapas en el que el gobierno busca llevar al país al desconfinamiento. La idea del gobierno es ir relajando las cuarentenas a medida que se cumplan ciertos criterios, como la disminución en la ocupación de camas UCI a nivel regional y nacional, la positividad regional o la tasa proyectada de casos activos, entre otros.

“Se habla de desconfinamiento y no se habla de cómo la gente se va a lavar las manos en la calle, por ejemplo”, critica Anibal Vivaceta, ex miembro de ‘Médicos Sin Fronteras’ (MSF), organización de médicos que asiste a países aquejados por conflictos armados, violencia, epidemias, desastres naturales o simplemente por falta de atención médica. En 2015, Vivaceta participó de los trabajos de MSF en Sierra Leona atendiendo e investigando casos de ébola, una epidemia que azotó a varios países africanos con desastrosas consecuencias sanitarias.

Para el también académico de la Universidad de Valparaíso, “las medidas de desconfinamiento vuelven a ser con un enfoque economicista, como si estuviéramos mirando las acciones de la bolsa, pero en realidad esto es más sencillo”. Vivaceta explica que el control a mediano y largo plazo de la pandemia pasa más por asegurar que la ciudadanía entienda las formas de contagio y pueda mantenerse en casa sin que le falte el sustento al contagiado ni a quienes dependen de él.

Vivaceta profundiza sobre las razones por las que cree que ni el desconfinamiento – ni el confinamiento – funcionará y las claves para salir de la pandemia.

¿Qué opina de los criterios establecidos en el plan ‘Paso a Paso’ para avanzar en el desconfinamiento del país?

A mi el plan en general me parece una cosa extremadamente pobre y que no da cuenta de las necesidades y los problemas de cómo se produce la transmisión de la enfermedad. Lo vi, pero me parece una cuestión súper precaria.

Yo creo que en general, más allá del dato puntual, lo que uno tiene que plantearse es qué seguridad epidemiológica me está dando lo que estoy planteando. Qué seguridad de que yo no vaya a tener más casos. Claro, todo el rato se ha planteado esto desde una mirada general, de conglomerado, de grandes cifras, pero se ha dejado de lado, se ha evitado o olvidado la forma tradicional de prevenir estas enfermedades y las medidas que conocidamente resultan.

Entonces, ahora se establecen grandes criterios, grandes números, que te llevarían a decir que el timón de esto va bien, que va para allá o para acá. Pero en realidad cuando tú estás ante una epidemia, tu tarea sigue siendo la misma siempre: encontrar a los que pueden transmitir, aislarlos y con eso evitar que transmitan, y establecer medidas de higiene poblacional que permitan evitar la transmisión de una persona a otra, y esa es tu pega siempre.

En sí, el confinamiento siempre ha sido una medida inapropiada, eso yo lo he venido diciendo hace tiempo.

¿Se están trazando efectivamente los casos?

Por ejemplo, gran parte de la población está compuesta por mujeres que crían solas a sus niños. Una mujer que cría sola tiene un desincentivo gigante al declararse enferma de Covid-19, porque puede tener problemas con su empleador o no va a poder dejar a los niños con nadie. Si uno no se hace cargo de eso, establecer la trazabilidad, en la práctica significa que no tiene mucho sentido aislar. Porque si no, lo que estoy haciendo, es una cuestión simbólica, de rotular o mapear el virus. Lo que interesa es saber quién contagió a quién y a quiénes podrían contagiar más adelante y, como segunda parte, a esos aislarlos. Necesitas que esa gente esté separada del resto. Si yo no logro eso, no hice la pega sólo con ir a localizarlos.

Entonces, una de las cuestiones locas que uno ve es que se hable como una meta el encontrar solamente a la gente, y no basta con encontrarlos, tengo que asegurarme que esa gente esté encerrada 15 días, sin necesidad de salir, porque si tienen necesidad, van a tener que salir. Se habla de desconfinamiento y no se habla de cómo la gente se va a lavar las manos en la calle, por ejemplo. Volvemos a eso: ¿cómo la gente se va a lavar las manos si no hay agua ni jabón en la calle?

Las medidas de desconfinamiento vuelven a ser con un enfoque economicista, como si estuviéramos mirando las acciones de la bolsa, pero en realidad esto es más sencillo, como las medidas africanas o cubanas.

Los cubanos han controlado el virus haciendo que la gente se lave las manos, no confinando, porque la economía de ellos no da para parar o para hacer teletrabajo. Pero rastreando a los contagiados, se pueden aislar comunitariamente a esas personas, se atiende a esa gente y se mantienen niveles altos de higiene en la población.

En el fondo, cree que se podría desconfinar en el caso de que haya lugares para lavarse las manos, movilizarse con cierta distancia y controlar el esparcimiento del virus…

Lo primero es que la gente entienda cómo se transmite el virus. La gente sigue pensando que el virus lo va a evitar usando mascarillas en la calle y, en realidad, el virus se transmite porque yo me llevo las manos a la cara y me llevo baba o mocos de otra gente , que están contaminadas. ¿Y cómo llegó a mis manos eso? Porque toqué cosas que otra persona había tocado y que antes se había pasado la mano por la nariz, o toqué cosas donde había gente que se había reído o había hablado y ahí cayó baba o moco con el virus.

En Chile todavía eso no se entiende, hay gente que piensa que la enfermedad se transmite porque la gente va a la playa, va a caminar o disfruta. Entonces, mientras no resolvamos eso, da lo mismo los indicadores que tú le pongas a un plan de desconfinamiento, porque la gente sigue pudiendo contagiarse por dos razones fundamentales: uno, porque se tiene que mover más de lo que está considerado; dos, porque no entiende bien cómo se transmite ni tiene la forma de evitarlo.

El tema se plantea de nuevo como si los contagios fueran indicadores de la bolsa, que cuando llegan las acciones a tal punto vendes o tal punto compras. Pero esto no es así, es otra lógica, si no tenemos controlada la transmisión, se nos va a seguir disparando el contagio. Por ahora apenas somos capaces de localizar quién transmitió a quién, pero ni siquiera a toda la gente, y menos somos capaces que se aíslen. Entonces da lo mismo el número que pongas, el contagio va a reventar de nuevo, porque ese no es el criterio para estos casos.

Lo otro tiene que ver con todas las condiciones económicas, desde las licencias, salvoconductos, etc. Hay ese tipo de trabas en Chile. Si tú tienes todos los desincentivos para que una persona que pueda transmitir el virus se de por enferma, se haga los exámenes, se aísle, estás mal.

¿La clave, entonces, es informar a la población, entregar herramientas para evitar contagio y centrarse en quienes contagian?

Y la trazabilidad, claro, pero la trazabilidad completa. Uno termina con esto con las personas contagiadas, enfermas, encerradas en un lugar, donde no vayan a arrancar porque están bien, con sus necesidades cubiertas… Si yo no tengo eso, da lo mismo que yo ponga un indicador u otro para desconfinar. Estás jugando un juego que no es el de la epidemiología, como Espacio Público, que lleva cuatro meses haciendo epidemiología, como si fuese una curva de las acciones de la bolsa, pero en realidad esto es interacción de persona a persona. Si no cubro que la gente entienda cómo evitar la transmisión, que tenga los medios para evitar el contagio, si no tengo todo eso, igual van a subir los casos.