L a corrección en las proyecciones de crecimiento de la actividad económica para este año a -5,5% y los más de 300 mil empleos que se crearon en agosto, son incipientes señales positivas para el exsubsecretario de Hacienda y actual académico de la Universidad de Chile, Alejandro Micco. Sin embargo, advierte que la situación sigue siendo compleja, ya que la caída de los ocupados fue “muy fuerte”, por lo que queda bastante camino por recorrer. “Hay que ser cautos”, acota.
Para la recuperación de largo plazo, afirma que es clave cómo se produzca la discusión del plebiscito y lo que conlleva el hecho de que gane el Apruebo.
“Si lo logramos hacer en forma ordenada, con visiones de largo plazo, creo que podemos salir adelante de manera ordenada y estable para el país, pero también está el riesgo de que tengamos una situación muy polarizada y que genere posiciones extremas, lo que claramente puede afectar el crecimiento futuro”, sostiene.
¿Comparte la visión que entregó el Banco Central y la última Encuesta de Expectativas, de que el piso de la caída de la actividad para 2020 es -5,5%, alejándose de las proyecciones más pesimistas?
-Las últimas cifras han sido mejores de lo que se pensaba, la actividad ha tenido una mejor trayectoria; sin embargo, todavía estamos en una situación bien compleja. Parte importante de la mejor trayectoria de la actividad se debe a que el precio del cobre se ha mantenido relativamente alto, esto ayuda no solo a la minería, sino que apuntala a toda la actividad, por lo tanto, el precio en estos niveles ha sido una buena noticia para Chile. Pero no debemos perder de vista que todavía estamos hablando de una caída de 5,5%, que es la mayor desde 1982, y con una contracción del empleo mayor. Si bien hemos visto una recuperación, estamos muy lejos de una normalidad. Se han perdido más de 1,5 millones de empleos.
¿Estas mejores perspectivas se deben al mayor impulso que ha dado al consumo el retiro del 10% de los fondos de pensiones?
-Hay que separar ahí los temas. Nunca nadie puso en duda que una inyección de recursos como esta era buena para la economía. Lo que se discutió, y lo que era la postura de muchos, y en particular la mía, era que hubiera sido mejor que estos recursos vinieran del Fisco y no del ahorro de las personas. Dicho eso, dado que esto ya es ley, inyectó una gran cantidad de recursos a la economía, lo que activó principalmente al comercio.
¿Su principal impacto será en el tercer trimestre?
-Sí, y por eso hay que ser cuidadoso, esta inyección es de corto plazo y de una sola vez. Fue un empujón a la actividad económica, pero transitorio. No es una situación de salida permanente.
El foco debe seguir puesto en la reactivación del empleo. No vamos a poder mantener un crecimiento positivo si tenemos estos niveles de desempleo. Por lo tanto, la prioridad debe estar puesta en cómo reactivar el empleo, ya que eso le dará ingresos permanentes a las personas.
En ese sentido, el gobierno tiene previsto presentar un plan de subsidios al empleo, sin embargo, todavía no se concreta. ¿Está llegando tarde?
-Se está normalizando parte de la actividad económica. Dado este contexto, es el momento de anunciar el subsidio al empleo, porque si esto se demora un poco más, nuevamente se estaría llegando tarde para evitar que se destruyan puestos de trabajo. Mientras antes, mejor, no es bueno seguir esperando. Es fundamental que se presenten y dar señal de tranquilidad de que hay instrumentos para impulsar la actividad económica y el empleo.
Según lo que se ha dicho, el subsidio iría entre el 40% y 50% del salario mínimo y el mayor porcentaje sería para mujeres, ¿le parece una buena fórmula?
-Ojalá el subsidio sea lo más alto posible. Respecto al empleo femenino, se ha visto a nivel mundial que la pandemia ha afectado más a las mujeres, ya que se han cerrado colegios y lugares donde se cuidan a los niños. Por desgracia, en nuestra sociedad la mujer sigue cumpliendo ese rol, por lo tanto, la política pública tiene que tener un mix, siendo cuidadoso entre entregar un adecuado incentivo para la mayor demanda de mujeres, pero también se debe buscar una fórmula para el cuidado de los niños, si es que los colegios y jardines siguen cerrados, porque si eso no ocurre, el impacto de los subsidios en el empleo femenino puede ser limitado.
De acuerdo con la última encuesta de Empleo del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, se crearon 312 mil empleos en relación a julio. ¿Cómo se debe mirar esa cifra?
-Queda mucho por recorrer y hay que mirarlo con cautela. La caída del empleo ha sido muy fuerte, del orden de 1,8 millones a 2 millones. Si bien los 312 mil empleos es un número importante, todavía tenemos destrucción de trabajo, por lo tanto, seguimos en una situación compleja y débil de recuperación. Queda mucho todavía. En general, las recuperaciones del mercado laboral luego de las crisis no han sido muy rápidas.
El gobierno presentó un reajuste para el salario mínimo de $1.500 de alza argumentando la situación económica, ¿cuál es su postura?
-El punto clave es de qué forma se generan las condiciones para recuperar el empleo y todas las medidas tienen que apuntar en esa dirección. Se deben evitar temas que generen tensiones y que impidan una fluidez en la creación de empleo. Todos los esfuerzos tienen que estar enfocados a eso. Lo que está haciendo el gobierno es una postura entendible bajo esta situación de pérdida de empleo.
Si bien el mercado mejoró su visión de crecimiento para este año, mantuvo la de 2021, y bajó la de 2022. ¿El problema mayor será el de largo plazo?
-Hemos vivido varias crisis. El estallido social primero y ahora el Covid-19. Y también se ve una situación compleja, ya que las empresas están aplicando cambios tecnológicos en sus procesos, que pueden afectar la recuperación y el empleo. Todo esto genera incertidumbre. Además, estamos inmersos en procesos de debates como el plebiscito constitucional y luego si gana el apruebo vamos a tener discusiones muy relevantes sobre el crecimiento de largo plazo. Tengo la confianza de que se hará de buena forma, pero hay un factor adicional: la discusión se realizará en medio de la angustia de la población por la falta de empleo e ingresos. Esto nos puede llevar a ciertas distorsiones sobre las conversaciones que tengamos respecto a cuáles son las medidas institucionales para el país, tanto en lo político como económico. Las proyecciones de mediano plazo están reflejando los cambios que se pueden comenzar a discutir. Será una situación compleja, pero quiero ser optimista de que vamos a ser capaces de hacerlo de buena forma.
¿Era necesario que se mantuviera la fecha del plebiscito, dado el escenario que me describe?
-Si se suspendía tendría que haber sido solamente por algo sanitario. Lo del empleo es una situación compleja, pero se han hecho elecciones con desempleo alto. La situación social está todavía delicada y podría haber sido mal interpretada la postergación, y entendiendo que hay factibilidad de hacerlo, porque la situación sanitaria lo permite, lo adecuado es llevarlo adelante.
¿El cómo se haga este proceso es fundamental para el crecimiento futuro?
-Es fundamental. Si lo logramos hacer en forma ordenada, con visiones de largo plazo, creo que podemos salir adelante de buena manera dándole estabilidad al país. Pero también está el riesgo de que tengamos una situación muy polarizada y que genere posiciones extremas, lo que claramente puede afectar el crecimiento futuro. Hay que evitar las posturas extremas.
¿Y está por el Apruebo o el Rechazo?
-Este proceso llama a quienes queríamos hacer cambios, los tratemos de hacer ahora y por eso creo que la alternativa es el Apruebo. En este punto es muy importante que seamos capaces de ser fuertes en términos de decir que el Apruebo tiene que buscar el construir a una casa para todos y eso es fundamental. El llamado es para que todos los ciudadanos participen y tengan posturas tolerantes, todos somos chilenos, y todos tenemos derecho a expresarnos y tenemos que ser respetados. No hay que dejarse intimidar por posturas extremas. Se puede votar Apruebo o Rechazo, pero lo importante es que se haga con respeto, para construir un país más inclusivo. Eso nos dará estabilidad y ayudará al crecimiento futuro del país. La opción que gane no puede ser tomada como un triunfo de una postura extrema, sino que el de la mayoría del país.