Principios de febrero de este año y, tanto escondida como la Dirección del Trabajo (DT) hacen público un logro importante para la que sería la última gran huelga minera con la antigua legislación laboral: la compañía contaría con 80 trabajadores durante el tiempo que durara la movilización, equipo que se haría cargo de vigilar que el proceso no dañara las instalaciones ni amenazara la seguridad de las personas.
“El tema de los servicios mínimos está causando grave daño al ejercicio al derecho a huelga”, señala Carlos Cano, Director de CETRA y asesor sindical.
Fuente: El Mercurio