Tras un año de crisis, la mayoría de los informes de organismos especializados sugieren lo mismo: Latinoamérica es la región más afectada por el virus y, en consecuencia, sus economías tardarán años en recuperarse.
Han pasado poco más de 365 días desde que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que el coronavirus (COVID-19) se podía caracterizar como una pandemia.
La Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que la pobreza y la pobreza extrema alcanzaron en 2020 niveles que no se han observado en las últimas décadas.
El organismo dependiente de la ONU estimó que el total de personas pobres ascendió a 209 millones a finales del año pasado, traducido en 22 millones más que en el 2019.
Aunque los países adoptaron una serie de medidas de protección social de emergencia para contener la crisis, la pandemia provocó un sismo económico y sanitario que empeoró los índices de desigualdad en la región y en las tasas de ocupación y participación laboral, sobre todo en las mujeres.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, puntualizó que la pandemia irrumpió “en un escenario económico, social y político complejo: bajo crecimiento, aumento de la pobreza y crecientes tensiones sociales. Además, pone al desnudo las desigualdades estructurales que caracterizan las sociedades latinoamericanas y los altos niveles de informalidad y desprotección social, así como la injusta división sexual del trabajo y organización social del cuidado, que atenta contra el pleno ejercicio de los derechos y la autonomía de las mujeres”.
Bárcena añadió que la COVID-19 generó un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral de las mujeres. Por ejemplo, su tasa de participación se contrajo en 6 puntos porcentuales ubicándose en 46 % frente a un 52 % en 2019 y el desempleo alcanzó a una de cada cinco de ellas.
Por otra parte, y de acuerdo con el informe ‘Panorama Social de América Latina 2020’ de la Cepal, como resultado de la fuerte recesión se registró una caída del producto interno bruto (PIB) regional de 7,7 % y el cierre de 2,7 millones de empresas.
El exvicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) de Colombia, Nelson Vera, apuntó que unas de las mayores contracciones en 2020 ocurrieron en Venezuela, Perú y México.
Fuente: El Espectador