Según cifras que consolida la Superintendencia de Pensiones, en octubre hubo un total de 5.738.336 cotizantes, lo que implica una baja de 1,62% interanual y un retroceso mensual de 0,51%. A juicio de los expertos, esto refleja que el deterioro del mercado laboral continúa, producto de una economía aún muy debilitada.
En enero de este año, por primera vez desde que hay registro, los cotizantes de AFP superaron los 6 millones. Pero ese récord se esfumó rápidamente. Ya en febrero anotaron la primera caída interanual en dos años, retrocediendo 0,4% en relación a igual mes de 2022, hasta los 5.885.841. Desde entonces, no han parado de descender.
De esta forma, según cifras que consolida la Superintendencia de Pensiones, en octubre hubo un total de 5.738.336 cotizantes, lo que implica una baja de 1,62% interanual, y una caída mensual de 0,51%. Esto quiere decir que en doce meses se registran 94.778 cotizantes menos en las AFP, y que en una comparación mes contra mes hubo 29.378 cotizantes menos en octubre, convirtiéndose en la mayor caída mensual desde mayo.
Pero además, los cotizantes que hubo en octubre de este año llegaron a su menor nivel desde septiembre de 2021, mientras que en lo que va del año se registra una baja de 229.911 cotizantes en AFP, o un 3,85% menos que en diciembre de 2022.
Lo que refleja este indicador es justamente lo que está ocurriendo con las personas que tienen un empleo formal remunerado, ya que ellos son los que están obligados a cotizar en el sistema. El número de cotizantes en AFP del mes de octubre corresponde a aquellos trabajadores que devengaron sus remuneraciones en el mes de septiembre, y considera a afiliados activos y a un pequeño número de afiliados voluntarios, dependientes e independientes.
La académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, comenta al respecto que “con excepción de las caídas observadas en la pandemia, estos son los peores resultados en bajas de cotizantes desde 1994, lo que resulta muy preocupante, ya que ha habido peores resultados de crecimiento, pero sin estas caídas en el número de cotizantes”. Justamente los registros públicos de esta información en el sitio web de la Superintendencia de Pensiones inician en 1994.
Cifuentes agrega que ”la causa más importante es seguramente el estancamiento económico, que además es más grave en su impacto laboral cuando se explica sobre todo por el estancamiento de la inversión. Probablemente influye también el hecho de que la economía se está informalizando, no sólo en la forma tradicional del cuenta propia vulnerable, sino también por la vía digital. Otro tema muy relevante es que los datos de la encuesta de informalidad del INE no muestran este descenso que se ve en los datos administrativos, lo que levanta dudas sobre algún problema que debe estar presentando esa encuesta”.
Por su parte, el director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, Juan Bravo, explica que “los cotizantes dependientes de AFP nos permiten monitorear la situación del empleo dependiente formal y, por ende, lo que nos están indicando estas cifras es que el deterioro del mercado laboral continúa, lo cual está directamente relacionado con una actividad económica que sigue muy debilitada, lo que implica menores necesidades de contratación de personal”.
En tal sentido detalla que “la economía dejó de contraerse a partir del tercer trimestre de este año, pero aun así estamos creciendo a ritmos muy bajos, tal como lo demostró la cifra de Imacec de octubre, que da cuenta de que la economía chilena apenas se expandió 0,3% anual”.
Bravo estima que “las cifras debieran ir mejorando paulatinamente a medida que el crecimiento vaya repuntando, pero el proceso será muy lento, ya que los pronósticos para 2024 apuntan a que creceremos en torno al 2%, lo que sigue siendo bastante bajo”.
De acuerdo con la información entregada por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil agosto-octubre se ubicó en 8,9%, con lo que el desempleo anotó su duodécima alza consecutiva en doce meses, ya que la cifra de desocupados creció 0,9 puntos porcentuales (pp.) en un año, debido a que el incremento de la fuerza de trabajo (3,1%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,1%).
Fuente: La Tercera