Desaparecido en dictadura con sus 4 hijas en Argentina: La trágica historia del autor de «El Eternauta»

Héctor Oesterheld fue secuestrado en 1977 por agentes del régimen. Su desenlace ha vuelto a la palestra después del estreno de la serie inspirada en el célebre cómic.

Desde su estreno, la serie argentina «El Eternauta» ha dado que hablar no solo en su país de origen, sino en el mundo entero. La producción, que narra la historia de un hombre que junto a sus amigos se convierten en héroes tras una tormenta de nieve tóxica que azota a Buenos Aires en pleno verano, se ha convertido en uno de los programas más vistos de la plataforma Netflix a nivel planetario y ha sumado numerosos elogios. «El Eternauta» está inspirado en el cómic del mismo nombre que fue publicado entre 1957 y 1959. La obra, ilustrada por Francisco Solano López, fue creada por Héctor Germán Oesterheld (HGO), guionista y escritor argentino considerado uno de los más grandes del género en su país y cuya historia de vida estuvo marcada por la tragedia, la cual ha vuelto a ser recordada tras el éxito de la serie.

Oesterheld fue secuestrado en 1977 por agentes de la dictadura argentina y desde entonces se encuentra desaparecido. Misma suerte corrieron sus cuatro hijas (dos de ellas embarazadas) y sus tres yernos. Le sobrevivió su esposa, Elsa Sánchez, quien integró la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo y hasta el día de su muerte, en 2015, no se cansó de exigir justicia por su familia. La búsqueda no solo se centró en el escritor, sus hijas y yernos, sino también en la de los dos nietos que habrían nacido en cautiverio y cuyo paradero se desconoce hasta hoy, según indicó la agrupación Hijas e Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.), que aprovechó el revuelo por «El Eternauta» para recordar esta historia. «¿Estás mirando El Eternauta? Si es así y naciste en noviembre de 1976 o entre noviembre de 1977 y enero de 1978 y tenés dudas sobre tu identidad o la de alguien que nació en esas fechas, contáctate con Abuelas», dice la publicación de la agrupación en su cuenta de X. «Seguimos buscando a los nietos/nietas de Héctor Germán Oesterheld y Elsa Sánchez, y tal vez estén viendo esta serie basada en la obra de HGO y Francisco Solano López», añadió. Entre historietas y política Héctor Germán Oesterheld (Buenos Aires, 1919) llegó a la escritura a través de la ciencia. Geólogo de profesión, comenzó publicando cuentos para niños y notas de divulgación científica, según reporta el medio Perfil. Tras publicar su primer cuento en 1943 en el diario La Prensa, tomó el camino de la historieta, donde se consolidó. En la década de 1950, publicó en diversas revistas y diarios, trabajando con ilustradores como el italiano Paul Campani y el argentino Hugo Pratt. También fundó la editorial Frontera, que tenía entre sus productos la revista Hora Cero. Fue en ese espacio donde, en 1957, publicó «El Eternauta», historieta que nació como un cuento corto y que se extendió durante dos años.

Con ilustraciones de Francisco Solano López, esta obra se convirtió en un clásico de la literatura argentina. El mismo Oesterheld lo definió de esta manera: «El Eternauta se transformó en una larga historia, una suerte de adaptación del tema de Robinson Crusoe. Me fascinaba la idea de una familia que quedaba sola en el mundo, rodeada de muerte y de un enemigo ignorado e inalcanzable. Pensé en mí mismo, en mi familia, aislados en nuestro chalet y comencé a plantearme preguntas». Pese al cierre de su editorial en los años 60, Héctor Oesterheld siguió publicando. Su obra tomó un cariz cada vez más político, al punto de que a fines de esa década hizo una biografía de Ernesto «Che» Guevara. «A él le cambió la cabeza el Mayo Francés, y además admiraba la intelectualidad joven y la conciencia social que se había despertado», dijo a Tiempo Argentino su esposa, Elsa Sánchez. Fue así como este escritor se sumó al grupo guerrillero peronista Montoneros, al igual que sus cuatro hijas. «(Al principio) Tomé bien su militancia, pero de lo que me daba cuenta es de que todo se estaba haciendo muy violento. Y lo que vino después fue una canallada peor», argumentó Sánchez, quien en otro diálogo decía no entender por qué su marido hizo esto si «jamás fue peronista y nunca perteneció a un partido político». «Era un filósofo que se olvidó de la práctica. Se plegó y adhirió a la violencia porque pensó que no había otra manera de cambiar las cosas. Su aporte fue como jefe de prensa de una revista que apoyaba a Montoneros», añadió.

Luego vinieron el golpe de Estado de 1976 y la clandestinidad, desde donde Oesterheld concluyó el guion de «El Eternauta II». El 27 de abril de 1977, fue secuestrado por un grupo de tareas de la dictadura en la ciudad de La Plata. Pasó por diversos centros de detención, entre ellos «El Vesubio», conocido por ser escenario de numerosos casos de tortura y exterminio, según reporta Perfil. Dicho medio recoge el testimonio del psicólogo Eduardo Arias ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, donde se apunta que Osterheld estaba destruido. «Su estado era terrible. Permanecimos juntos mucho tiempo. Uno de los recuerdos más inolvidables que conservo de Héctor se refiere a la Nochebuena del ’77. Los guardianes nos dieron permiso para sacarnos las capuchas y para fumar un cigarrillo. Nos permitieron hablar entre nosotros cinco minutos. Entonces él dijo que por ser el más viejo de todos los presos, quería saludar uno por uno a todos los que estábamos allí. Nunca olvidaré aquel último apretón de manos. Tenía sesenta años cuando sucedieron estos hechos. Su estado físico era muy, muy penoso». Esa fue una de las últimas veces que se vio con vida a Héctor Oesterheld. Su cuerpo sigue desaparecido y hasta hoy se desconocen los motivos de su detención, más allá de su militancia. Hijas Las cuatro hijas de Héctor Oesterheld también militaban en Montoneros. Fueron secuestradas antes que su padre. La primera en desaparecer fue la menor, Beatriz Marta Oesterheld (19 años), quien fue secuestrada el 19 de junio de 1976 en el barrio de San Isidro. «El día que se la llevaron me propuso encontrarnos en un bar de Martínez para decirme que dejaría la militancia y se dedicaría a la Medicina, pero con una aclaración: ‘Mami, no quiero ser una doctorcita de consultorio, me voy a instalar en la selva, como el Che, o en los barrios, donde la gente necesite ayuda de verdad’. Ese día la secuestraron y su cuerpo fue el único que recibí de las cuatro», decía Elsa Sánchez, según La Nación.

El 7 de julio de ese año, Sánchez fue notificada de la muerte de Beatriz, según la versión policial, producto de un enfrentamiento. Diana Irene Oesterheld (23) fue secuestrada el 7 de agosto de 1976 en Tucumán, donde vivía con Raúl Araldi (también secuestrado)y el hijo de ambos, Fernando, de un año. Ella estaba embarazada de cuatro meses al momento del rapto y dio a luz a su segundo hijo, del cual no se tiene registro alguno hasta el día de hoy. Diana continúa desaparecida mientras que los restos de Araldi fueron identificados en 2010. Fernando, en tanto, fue abandonado como NN en una sala cuna de Tucumán, donde fue recuperado por sus abuelos paternos. Similar destino fue el que corrió Marina Oesterheld (20 años), secuestrada entre el 27 de noviembre y el 5 de diciembre de 1977 en Buenos Aires. Estaba embarazada de ocho meses y también habría dado a luz en cautiverio. Su pareja, Alberto Oscar Seindlis, desapareció el 27 de noviembre en la zona sur de la capital argentina. Por su parte, la mayor de las Oesterheld, Estela Inés, fue secuestrada el 14 de diciembre de 1977, momento en el que intentó escapar y fue herida de bala. Su pareja, Raúl Mórtola, fue muerto a balazos. Ambos tenían un hijo de 3 años, Martín, quien se crio con su abuela materna. Durante todos estos años, Elsa Sánchez batalló para encontrar justicia y verdad sobre el paradero de su marido y sus hijas, sin tener un resultado positivo. Falleció en 2015, a los 90 años.

Fuente: Emol