Desde el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las y los trabajadores agrupados en la Asociación de Funcionarios “FENATS Hospital Barros Luco Trudeau”. Estos se encuentran movilizados en contra del maltrato y el acoso laboral sistemático por parte de sus jefaturas, quienes además han incurrido en algunos casos de discriminación, obligando a funcionarios a recurrir a la Ley Zamudio .
No solo se arrastran situaciones de maltrato al interior del emblemático hospital, también se recurre en falta de personal y, lo último que se viene gestando, continuas notificaciones de sumarios por participar de movilizaciones en años anteriores. Cuestión categóricamente rechazada por el conjunto de los funcionarios de la FENATS-HBLT, ya que atenta con el derecho a la protesta y a la huelga de los trabajadores.
No obstante, investigaciones o sumarios administrativos para maltratadores o jefaturas reinan en el olvido desde las últimas dos administraciones, con el agravante de que la actual directora atacó y agredió a funcionarias y funcionarios (dos de ellos con discapacidad) en el momento que realizaban una marcha pacífica al interior del hospital. Dicha agresión fue instada por la jefatura de comunicaciones, evidenciando cómo a la hora de protegerse, estas últimas se defienden corporativamente.
No deja de ser relevante que los últimos meses se han acrecentado los problemas de discriminación y abuso de poder: como en la entrega de alimentación para las y los funcionarios del hospital que, a pesar de estar promulgado hace cuatro años el derecho a la alimentación (perdido durante la dictadura militar), aún es visto por las autoridades como una acto de caridad; siendo reiterados los reclamos, por todas la vías, en cuanto a su calidad en mal estado, hongos, bichos y un costo alto y usurero.
En este contexto también se suma la movilización de las y los trabajadores del Hospital (concesionado) el Carmen de Maipú, por situaciones idénticas a las del Barros Luco; cuestión que no es coincidencia, sino más bien sintomática de los distintos problemas que se agravan cada día más y quedan como herencia del gobierno saliente de la Nueva Mayoría.
Es necesario avanzar en la coordinación de todos los trabajadores y trabajadoras de la salud dispersados en una eterna división sindical desde hace 25 años, fragmentación que paralelamente ha significado un avance enorme en la privatización de la Salud Pública. Perpetuando la lógica de “una salud para pobres y otra para ricos” y es en este tipo de hospitales donde van a parar la mayor parte de trabajadores quienes mueren en la espera o por falta de acceso, ya que la actual forma de financiar la salud no alcanza para cubrir universalmente a la población.
Es importante que las bases de los hospitales públicos se coordinen en un frente de acción único en contra de la precariedad de sus funcionarios más aún con la derecha en el poder; esto, de la mano con el avance en la lucha por conquistar una salud pública como un derecho universal y gestionado por los mismos trabajadores del sector, profundizando en una democracia interna que les permita a los mismos funcionarios decidir quiénes dirigen el trabajo y las condiciones de sus centros.
Denos su opinión