Un análisis hecho por la firma de big data Unholster y el académico Alexander Galetovic en seis de las principales comunas de la capital a partir de datos de la Ley de Protección del Empleo, apunta a que los municipios deberán tener especiales resguardos y estrategias proactivas en sectores emblemáticos y en torno a las estaciones del Metro.
Aparecen como un anexo en PDF en el sitio web del plan “Paso a paso” presentado este domingo por el gobierno. Son varios carteles con la estética del plan, orientados a ambientes de trabajo, edificios de departamentos y, especialmente, a establecimientos comerciales. Uno de ellos, con el nombre “Clientes”, enumera cinco normas a seguir al interior de un local: uso obligatorio de mascarillas, cubrirse con el antebrazo si se tose, saludar sin contacto físico, evitar tocarse la cara y lavarse frecuentemente las manos o, en su defecto, usar alcohol gel.
El ejemplo habla de la relevancia del hito de la reapertura de este tipo de lugares en momentos en que se combate la pandemia del coronavirus. En especial, aquellos que son recintos cerrados son posibles focos de contagio por las actividades habituales que se realizan. Pero, a la vez, son un motor de empleos y de insumos claves para la población.
Aun cuando no hubo un anuncio específico en la materia, la pregunta se instala: ¿cómo se deben reabrir las zonas críticas del comercio, sobre todo las que han sido más afectadas? La firma de big data Unholster y el economista Alexander Galetovic, Senior Fellow de la UAI, intentaron una aproximación desde los datos. Para ello, analizaron la información de las firmas que se han acogido a la Ley de Protección del Empleo en seis de las principales comunas de la Región Metropolitana: Santiago, Providencia, Puente Alto, Maipú, Las Condes y Ñuñoa. Y sus conclusiones apuntan tanto a la coordinación que deberán tener los alcaldes con los locatarios en las zonas más emblemáticas como al cuidado que se deberá tener en los recintos que están en torno a estaciones del Metro, un eje articulador en el Gran Santiago.
“El Estado sabe cuáles son las empresas más afectadas, tanto porque usan Ley de Protección al Empleo y/o Fogape. Podrá monitorear su evolución y ver dónde las políticas para la recuperación no están siendo efectivas o no se están implementando”, dice Cristóbal Huneeus, director de Data Science de Unholster.
El análisis parte por establecer que existen tres condiciones para que la reapertura sea exitosa: que las personas tengan ingresos para gastar, que sea seguro consumir porque el contagio sea improbable, y que la gente de menor riesgo sea menos reticente a salir y recuperar su normalidad de vida.
Y en la mirada comuna a comuna, se plantean dos realidades. Una es el caso, por ejemplo, de Santiago y Providencia, con barrios comerciales dinámicos como Meiggs, 10 de Julio o el Barrio Italia, que son los que concentran la mayor cantidad de comercios acogidos a la Ley de Protección del Empleo. En estos casos, el análisis apunta a que es clave generar ambientes de seguridad, algo que se puede conseguir con intervenciones como la entrega gratuita de mascarillas, el uso de señalética de distanciamiento social y el testeo y planes de seguridad para el personal de los establecimientos.
En las comunas periféricas, en cambio, el rol del Metro cobra relevancia por la distribución de los centros urbanos: en Maipú y Puente Alto, gran parte de los negocios más afectados se concentran en torno a las plazas de armas de dichas comunas, cuyo acceso preferencial es a través del ferrocarril subterráneo. Acá, además de las medidas antes señaladas, se requiere una estrategia que refuerce los cuidados en dicho medio de transporte.
“Para reactivar al comercio y el empleo es necesario que las personas se sientan seguras comprando. Si creen que por comprar o circular en lugares de gran afluencia de público su salud corre riesgo, a los comercios en problemas les costará mucho recuperarse”, remarca Galetovic.
Huneeus marca que para que los planes sean exitosos, es central el rol de los alcaldes. “son líderes claves para influir y motivar que las medidas de protección se implementen y así ir logrando en sus comunas zonas protegidas y que ayuden a agilizar la recuperación en el territorio”.
Antonio Díaz-Araujo, gerente general de Unholster, destaca que el monitoreo de la información será algo crucial para el éxito de cualquier medida. “La recuperación será con bisturí y los datos contextuales de cada comuna son claves. Esta es la oportunidad de medir la economía y su recuperación aprovechando todas las herramientas digitales que tenemos como país”, plantea.
Además, afirma que, tal como se puede usar datos vinculados al tema del empleo, también el ejercicio se puede hacer en otras áreas. “Por ejemplo, una comuna no se reactivará, si los colegios no funcionan. Para abrirlos es fundamental saber si los alumnos viven con personas de riesgo y para eso los municipios necesitan ayuda; herramientas que les permitan cuantificar el peligro de contagio para poder dimensionar contenciones y diseñar estrategias a seguir”, es su mirada.