Uber enfrenta la primera negociación colectiva de su historia y es con el sindicato de CornerShop Chile, asesorado por CETRA.

Angélica Salgado preside el único sindicato del mundo de trabajadores ‘internos’ de Uber, empresa propietaria de CornerShop desde 2021. En junio próximo se sentará, apoyada por el Centro de Estudios del Trabajo (CETRA),  en la mesa frente a la transnacional, luego de un despido masivo de 250 empleados. Dice que «puede sentarse un precedente mundial».

El pasado 11 de mayo la noticia del despido de 250 trabajadores  a nivel mundial de la aplicación Cornershop apareció en varios medios nacionales. La aplicación, creada por empresarios chilenos, ha crecido significativamente en los últimos años y en especial durante la pandemia, prestando el servicio de delivery de compras de supermercados y tiendas.

En junio de 2021 CornerShop fue comprada en su totalidad por la empresa Uber, por un total de $3 mil millones de dólares. La empresa, con anterioridad, había adquirido el 53% de Cornershop, por lo que ya tenía el control de esta firma.

Con esta adquisición, los trabajadores veían venir despidos, debido a que muchos podían estar en puestos de trabajo que Uber tenía cubiertos, dada la economía de escala que puede aplicar esta app que cuenta con 124 millones de usuarios activos a nivel mundial, según Bloomberg.

Finalmente, el día de los despidos llegó la semana pasada, cuando se desvincularon principalmente ingenieros: un 11% de los cerca de 2.500 empleados ‘internos’ que tenía CornerShop en el mundo.

El hecho ocurre ad portas de la negociación colectiva con el único sindicato de trabajadores ‘internos’ de Uber, es decir, quienes no son choferes ni repartidores: el sindicato chileno de CornerShop. La organización congrega a cerca de 500 trabajadores, de cerca de mil que trabajan en Chile para Cornershop.

La organización de trabajadores fue originalmente un sindicato de Cornershop que fue “adquirido” cuando Uber compró la empresa. En junio, les tocará por primera vez negociar con Uber.

La organización de trabajadores fue originalmente un sindicato de Cornershop que fue ‘adquirido’ cuando Uber compró la empresa. En junio les tocará por primera vez negociar con Uber, proceso que será observado con atención por toda la industria mundial de apps, además de sindicatos, empresas y organismos internacionales.

Interferencia conversó con Angélica Salgado, presidenta del sindicato, quien contó cómo vivieron los despidos de la semana pasada y qué esperan de la próxima negociación colectiva.

– Los despidos en CornerShop son cerca del 11% de sus trabajadores ‘fijos’ ¿quiénes específicamente fueron despedidos? ¿Son de algún área en especial ?

– Sí, el fuerte es el área de ingeniería.

CornerShop fue comprado por Uber, que absorbió a los trabajadores. La aplicación de CornerShop va a desaparecer. Como marca, va a ser absorbida completamente por Uber…

Entonces, si tienes Uber, puedes ver que la aplicación te da la oportunidad de comprar en supermercados y eso te deriva a la plataforma de CornerShop.

– ¿Cómo se toman ustedes estos despidos? ¿Se lo esperaban o no?

– La verdad es que fue súper doloroso, porque en realidad uno espera que todos los que entramos en el proceso de absorción de Uber continuáramos como trabajadores. Pero, finalmente es una decisión de la empresa.

«CornerShop tenía poco más de mil empleados en Chile y despidió a sindicalizados y no sindicalizados. Fue algo doloroso, uno como dirigente quiere el bien para los trabajadores y sus familias, así que apoyamos a todos los despedidos».

Nosotros estábamos, como sindicato, muy alertas con respecto a esa situación. Nuestra labor ha sido más bien de prepararnos y una vez decidida esta situación, acompañar a los compañeros que fueron despedidos. Porque los despidos fueron a nivel global. Hubo despidos desde Canadá hacia abajo, pasando por México, Colombia, Costa Rica. La mayoría ingenieros o personas en áreas específicas de CornerShop, pero el fuerte fueron ingenieros.

Sabíamos que venía, no sabíamos cuándo iba a suceder. Fue complicado, de todas formas.

CornerShop tenía poco más de mil empleados en Chile y despidió a sindicalizados y no sindicalizados. Fue algo doloroso, uno como dirigente quiere el bien para los trabajadores y sus familias, así que apoyamos a todos los despedidos, por una cuestión de solidaridad con ellos.

– Cuénteme un poco más del sindicato. ¿Incluye a los ‘shoppers’, es decir, quienes van a realizar las compras de CornerShop?

– Nosotros partimos en diciembre de 2016, y se reactivó en 2017, cuando era CornerShop y era de sólo shoppers, es decir, quienes son las que personas que van a dejar tus compras y llevan tus bolsas a tu casa.

Pero CornerShop cambió su estructura y dejó de contratar a shoppers. Nuestra dotación tenía una alta rotación. Entonces tuvimos nuestra primera negociación el 2017, con esta cantidad de trabajadores, que al final se fueron eventualmente.

Más adelante, muchos trabajadores, shoppers, pasaron a trabajar en la empresa y se mantuvieron en el sindicato. Después hubo una segunda negociación colectiva en medio de la pandemia. Y de a poco algunas jefaturas se sindicalizaron y muchos corrieron la voz para que la gente se afiliara. Así llegamos a las cifras que somos hoy día de afiliados.

Después Uber compró Cornershop y pasamos a pertenecer a Uber, que es una empresa que no está acostumbrada a tener sindicatos.

«Estamos en primera fase para presentar el petitorio a la asamblea del sindicato, a fines de mayo. Tenemos la posibilidad de presentar este proyecto entre el 1 y el 15 de junio».

A principios de junio nos toca comenzar el proceso de negociación colectiva y ahora estamos esperando. Vamos a ver cómo es negociar con Uber.

Una cosa es el sindicato que está adentro, que los afiliados ya hacen labores para Uber, y otra cosa son los trabajadores de aplicación. Nosotros como sindicato apoyamos, como asamblea, a estos trabajadores de aplicación, que reparten, choferes, etcétera. Nuestro sindicato originalmente incluía shoppers, pero ya no, se desarmó esa área de shoppers contratados y fuimos asignados a otras partes de la empresa o algunos se fueron también. El último en reubicarse lo hizo en diciembre del año pasado.

Angélica Salgado.

– ¿Cuándo comienza la próxima negociación y cómo se están preparando para ese proceso?

– Estamos en primera fase para presentar el petitorio a la asamblea del sindicato, a fines de mayo. Tenemos la posibilidad de presentar este proyecto entre el 1 y el 15 de junio. Todavía tenemos tiempo para ir discutiendo y presentar este documento ya más cerrado y más acorde a lo que quiere la asamblea, como proceso democrático.

– ¿Y cómo ha sido esta experiencia de ser el único sindicato ‘interno’ en el mundo de Uber?

– Uber igual ha negociado con sindicatos, pero a través de sindicatos ramales, no reconociendo el sindicato como parte de ellos, de la empresa, sino obligados por legislaciones distintas en diferentes países.

Pero, entendemos que este es el único sindicato ‘interno’ que tienen y han sostenido, adquirido a través de la compra de CornerShop. La empresa tiene la posición de que sus trabajadores tienen tantos beneficios que no sería necesario pertenecer al sindicato, pero esto no tiene que ver con beneficios, sino asegurar el bienestar de las trabajadoras y trabajadores y sus familias… En fin, esas son discusiones semánticas. Vamos a ver cómo nos va en la negociación.

No es una negociación fácil y eso lo tenemos muy claro. Uber es una transnacional gigantesca y nosotros somos un pelo de la cola, digamos, pero queremos hacer las cosas bien. Y creemos que Uber está dispuesto a hacer las cosas bien también, porque hasta ahora no ha habido, digamos, acciones que uno diga que caen en una práctica antisindical. Hasta ahora la relación ha sido cordial, como debiese ser entre una empresa y un sindicato.

«Uber igual ha negociado con sindicatos, pero a través de sindicatos ramales, no reconociendo el sindicato como parte de ellos, de la empresa, sino obligados por legislaciones distintas en diferentes países.».

Entre junio y julio van a desarrollarse las mesas de negociación.

– ¿Y hay experiencias previas o de otras aplicaciones que ustedes estén observando?

– No, no existen. De hecho, la OIT y organismos internacionales están muy observantes de esta situación, porque quizás pueda plantear un precedente a nivel mundial. Muchos están esperando a ver qué sucede acá.

Incluso, puede romper el mito de que no se puede, o que no se aceptan sindicatos en empresas de este tipo.

Puede que pase como Starbucks. O sea, Chile fue de los primeros países en que hubo sindicato en Starbucks y eso fue como una rotura en el cascarón, digamos, y ha hecho que Starbucks se enfrente a sindicatos a nivel mundial y en Estados Unidos, cuando antes eso no se veía.

Sería bueno si uno logra que otros trabajadores digan ‘no es tan difícil’, si al final, nadie quiere quebrar la empresa ni destruir el lugar donde uno trabaja. Eso es un mito.

Creemos que por más dura que sea la organización, vamos a tener que llegar a un buen término. No somos descabellados. No somos una organización “tirada de las mechas” por decirlo así. Nosotros queremos asegurar el bienestar de trabajadores y familias, porque el trabajador no es solo un número.

Nosotros estamos orgullosos, de una forma sensata, de ir marcando y abriendo una pequeña brecha con esta negociación. Hay un prejuicio de que el que se sindicaliza es comunista, y la verdad no es es así. Los sindicatos son grupos de personas valientes no más, no son todos de izquierda ni siquiera, pero que al momento de definir qué es lo correcto, usamos siempre el sentido común.

«Sería bueno si uno logra que otros trabajadores digan ‘no es tan difícil’, si al final, nadie quiere quebrar la empresa ni destruir el lugar donde uno trabaja. Eso es un mito».

Hay que abrir ese espacio para que transnacionales, aplicaciones, Google, Amazon, todas las que lleguen, vayan viendo que no hay que temerle al sindicalismo. En general, lo que uno anda buscando es de sentido común. Lo que corresponde a la legalidad, el descanso, al trabajo bien llevado, al trabajo decente, haciendo incluso eco del concepto de la OIT.

El trabajo decente implica el poder como grupo sindicalizarse, unirse, tener la posibilidad de negociar y de conversar y de sentarme en una mesa y sentarnos todos juntos, ver qué se puede hacer para mejorar la situación de los trabajadores, su entorno y sus familias.

Fuente: Interferencia