Alcanzó a cumplir cinco días de cuarentena, casi un tercio de lo indicado para esta medida. La comenzó el martes 26 ante el riesgo de haber sido contacto estrecho de un/a contagiado/a, pero ayer domingo en la mañana el subsecretario de Redes Asistenciales sorprendió al aparecer entregando el reporte diario del Ministerio de Salud sobre el avance de la pandemia.
Su anticipado retorno ha despertado objeciones y críticas de expertas y la advertencia de integrantes del Consejo Asesor COVID-19 que eso es precisamente lo que no recomendaron. El gobierno tiene otros argumentos. En este nuevo despunte de semana de cara a la fase más crítica, el caso de Arturo Zúñiga levanta nuevas interrogantes, y razonamientos a favor y en contra. Médicos y políticos.
Hasta ahora los datos dicen que la autoridad se hizo el examen de PCR su último día de cuarentena, el sábado 30. Al día siguiente volvió a su puesto de trabajo argumentando que «el protocolo dice que si una persona (que tuvo) contacto estrecho, se realiza el examen PCR, siendo este negativo, la persona vuelva a trabajar”, como lo repitió dos veces al ser consultado por la prensa. Con eso se refería a un dato nuevo que no estaba sobre la mesa cuando inició su confinamiento.
Zúñiga aludía a la resolución exenta 403 que publicó el Minsal el sábado 30, el mismo día que se practicó el test, y que había sido emitida 48 horas antes. El texto legal es el principal argumento de La Moneda para justificar su retorno y hacer frente a los cuestionamientos, y entre otras cosas dice que la persona que haya tenido contacto con un enfermo de coronavirus, debe hacer una cuarentena de 14 días, a menos que se descarte la enfermedad por un examen.
“Dispónganse que las personas que hayan estado en contacto estrecho con una persona diagnosticada con COVD-19 deben cumplir con medidas de aislamiento por 14 días o hasta que se haya descartado la enfermedad, mediante la realización de un test PCR”, dice en el Punto 3. Luego dice que “se entenderá por contacto estrecho aquella persona que ha estado en contacto con un caso confirmado con Covid-19, entre 2 días antes del inicio de síntomas y 14 días después del inicio de síntomas del enfermo. En el caso de una persona que no presente síntomas, el contacto deberá haberse producido durante los 14 días siguientes a la toma del examen PCR”.
Pero hasta hace poco, la indicación era otra: si una persona tenía contacto con un enfermo, debía aplicar un confinamiento estricto de 14 días, y “si por alguna razón se hizo el examen y dio negativo, igual debe completar los 14 días de cuarentena”. Esa instrucción aún está en el sitio web del Minsal.
A Zuñiga le rebatieron casi de inmediato el argumento de la resolución cuando la posteó en Twitter. “Si queremos reducir los contagios, los mensajes deben ser claros: CONTACTO estrecho de un CASO debe mantener CUARENTENA por 14 días que es el periodo de incubación. Las autoridades DEBEN ser EJEMPLOS”, le respondió la infectóloga de la Universidad de Chile Jeannete Dabanch.
El cambio de criterio descolocó incluso a las agrupaciones científicas. La Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf) emitió un comunicado la noche del domingo en que, sin aludir a Zúñiga, cuestionaba que se redujera el período de encierro de los posibles enfermos por contacto estrecho, recordando que la recomendación sigue siendo de 14 días de cuarentena.
“Una examen PCR negativa detectada antes de cumplidos los 14 días de cuarentena, refleja solo la no detección del virus en esa muestra nasofaríngea en particular, pero eso puede deberse entre otras causas a que la cantidad de virus presente en ese momento es muy escasa y esté por debajo del límite de detección de la técnica, situación que puede variar en horas en la medida que el virus se multiplique”, dijo la organización.
De acuerdo a este criterio, el subsecretario Zúñiga debía haber vuelto a sus labores recién el próximo lunes o martes. Además, persiste la duda de cuánto es el margen de error si un PCR arroja un falso negativo que siga contagiando.
Hasta el momento de publicar esta nota desde el gobierno daban unas cuantas razones. El más recalcado es que “lo que dice la resolución del Minsal es lo que rige”, y que fue una decisión discrecional de la autoridad con arreglo a sus atribuciones. Que reconocen que no fue una recomendación del Consejo Asesor COVID-19, pero que este es un caso donde se cumple la máxima de que se entiende que dicha instancia propone, pero que el gobierno dispone.
En el consejo han insistido que no fue lo que recomendaron. En la minuta del 23 de mayo dice textualmente que “todas las personas con sospecha de infección por SARS-Cov-2, incluyendo a los contactos estrechos de una persona con infección documentada, deben realizar una cuarentena estricta durante dos semanas, el período de incubación de la enfermedad, independiente de un resultado positivo o negativo de PCR”.
Y que «más aún, aquellos que han tenido un examen RT-PCR positivo y/o que desarrollan síntomas durante la cuarentena inicial por contacto, deben completar un período de aislamiento apropiado, de acuerdo a las normas vigentes”. El mismo documento recoge ciertos parámetros sobre márgenes de error de exámenes y sentencia que «a partir de la tercera semana del inicio de síntomas, la detección de anticuerpos es el examen de elección para confirmar COVID19” y que “a diferencia de las limitaciones de sensibilidad del RT-PCR, esta técnica tiene una alta especificidad, esto significa que en la práctica, no da resultados falsos positivos”.
Pero el asunto se revolvió más cuando el ministro Jaime Mañalich entregó en su vocería de hoy otro argumento, pero que no va a al fondo de qué argumentos técnicos o médicos justificaron el regreso de Zúñiga: “El Consejo Asesor del ministerio, siguiendo las recomendaciones de la OMS, ha definido -y se va a publicar también- que para aquellos casos que cursan con síntomas leves y tienen PCR positiva, el período de cuarentena tiene que ser de diez días, no de catorce, de diez días desde el inicio de los síntomas. Esto, motivado porque la evidencia -que ellos citan- internacional es muy potente en el sentido de que después del octavo día del inicio de los síntomas, la posibilidad de contagiar a otros es prácticamente nula”.
Cuando le inquirieron por qué entones no se tomó en cuenta la recomendación del Consejo Asesor, el ministro se limitó a contestar dos veces en tono seco: “Ya respondí a esa pregunta”.
Mañalich negó ante las cámaras que el decreto publicado el fin de semana fuera un recurso de última hora, diciendo que “no tiene novedad”. En el gobierno dicen que tampoco, por ningún motivo, fue emitido para permitirle volver a Zúñiga. Pero que una vez publicado en el Diario Oficial, a él le correspondía acatarlo. Y tras cartón, desde La Moneda argumentaron a La Tercera PM que sus palabras se sostenían en algo que el mismo Consejo Asesor planteó, y que está recogido en la minuta fechada el 31 de mayo: que la duración de aislamiento de sintomáticos es “suficiente 10 días siempre que hayan cedido los síntomas de la infección”.
Citan ahí estudios según los cuales “los pacientes sintomáticos eliminan virus vivos hasta el día 7 desde el inicio de los síntomas, por lo que dejarían de ser contagiosos a partir del día 8 de inicio de síntomas”, además de varios otros datos médicos. “La consideración de estos antecedentes fundamenta la recomendación en base a criterio clínico y duración de la enfermedad: el aislamiento debe durar 10 días desde que comienzan los síntomas, siempre que estos hayan pasado”, dice, y recalca que “no se recomiendan exámenes de laboratorio para terminar el aislamiento”.
Pero el punto no tendría que ver con Zuñiga y no se aplicaría a su caso, porque él es un caso de contacto estrecho y lo consignado en esta última minuta habla de contagiados sintomáticos.»No se aplica, pues. Es muy distinto un contacto de un contagiado», explica la doctora Ximena Aguilera, integrante del Consejo asesor. “En el caso de un contacto estrecho el período de incubación no ha bajado de los 14 días, son dos tipos de evidencias distintas”, agrega.
“Nosotros no hemos sugerido bajar el período de cuarentena en los casos de contacto estrecho y sugerimos mantenerla, como lo dijimos en la minuta del 23 de mayo, independientemente de cualquier situación puntual que se quiera plantear”, insiste la Directora del Centro de Epidemiología y Salud Pública de la UDD.
Y la epidemióloga Catterina Ferreccio, del mismo consejo, dijo esta mañana en 24H que el regreso de Zúñiga «fue una opción que tomó el ministro (Jaime Mañalich)” y que ellos, como asesores, se enteraron “junto con la comunidad cuando vimos el decreto. No fue nuestra recomendación”. E insistió en que «un PCR positivo o negativo no debería cambiar este comportamiento, porque queremos asegurar que no haya ninguna transmisión y el PCR no es 100% seguro. Puede tener hasta el 30% de lo que se llama falso negativo, el examen le sale normal, pero usted puede tener el virus”.
Con todo, en el gobierno explicaron que entienden el punto de vista divergente en el Consejo Asesor, pero hacen ver que lo consignado en la última minuta, aunque no se aplique al caso de Zúñiga, les da un argumento: que así como el gobierno toma sus decisiones, los expertos también varían su punto de vista de acuerdo a la evidencia.
Hay quienes hacen ver que es llamativo que el organismo haya flexibilizado sus parámetros en el caso de los sintomáticos, y que si esa es la evidencia, pues que entonces los hechos probarán que no haya riesgos al día número once. Para graficarlo, otras voces de Palacio sostienen que de acuerdo a estos documentos, el “consejo es más estricto con un contacto estrecho que con un positivo”. Y en el gabinete insisten que el Minsal “recopila mucha información” para tomar sus decisiones.
El presidente del Comité Científico de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), Daniel Arellano, dice que la cuarentena “debería ser de 14 días, es lo más responsable”, aunque el contagio efectivo siempre dependerá de qué tan cercano fue el contacto y cuánto tiempo estuvo expuesto el subsecretario.
“Hay algunos protocolos que dicen que la cuarentena podría ser de siete días y luego volver a las labores si la PCR es negativa. ¿Pero cinco días? Debería haber mantenido los días de cuarentena. Ahí, me alineo con la recomendación de la mesa de expertos”, agrega.
Pese a la polémica, la cuarentena de Zúñiga no ha sido la más corta. Más breve fue el confinamiento del ministro secretario general de la Presidencia, Felipe Ward, quien se reincorporó a sus funciones el 19 de mayo, apenas dos días después de haber iniciado la medida, por haber tenido contacto con los senadores contagiados Jorge Pizarro (DC) y Manuel José Ossandón (RN).
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, también estuvo en cuarentena por cuatro días, entre el 19 y el 21 de mayo, por haber tenido contacto con los mismos parlamentarios y habérsele descartado el contagio, según afirmaron en el Gobierno, con un examen que dio negativo.
El ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, también estuvo en contacto con el senador Ossandón e inició una cuarentena preventiva el 18 de mayo, que duró solo un día, pues al día siguiente el ministro Mañalich anunció que volvería a sus funciones. Y el 19 de mayo se sumó a la cuarentena preventiva el ministro de Bienes Nacionales, Julio Isamit, quien el 30 de mayo ya estaba entregando cajas de alimentos en La Florida.