ESTRATEGIAS DE PODER SINDICAL EN UN CONTEXTO DE ASIMETRIA. ¿SINDICATOS NACIONALES O SINDICATOS LOCALES?

Carlos Cano B.

Director Ejecutivo

Centro de Estudios del Trabajo-CETRA

 

Chile es un país profundamente desigual. Pocos tienen el descaro de negarlo. Sin embargo no se reconoce que una de las dos fuentes principales de desigualdad, junto a la educación, es el escaso valor del trabajo. Esto es facilitado por la asimetría de poder durante la negociación colectiva y el nulo impacto de la misma en el mercado laboral. Este efecto se amplía con una  débil y precaria sindicalización.

Las leyes laborales impuestas por la dictadura y vigentes hasta hoy han dado origen a dos tipos principales de organizaciones sindicales; sindicatos nacionales y sindicatos de empresa que en realidad han correspondido a las múltiples razones sociales de grupos económicos que controlan  una misma unidad económica.

Entonces, si no incluimos en esta revisión a los sindicatos que genuinamente se establecen en una empresa con un solo Rol Único Tributario, nos focalizaremos en los dos grupos mencionados al partir.

Usaremos como ejemplos ilustrativos lo que ocurre en el Retail

Los sindicatos nacionales presentes en Sodimac, La Polar, Santa Isabel y Walmart o nacen con el respaldo de sus empresas o en la práctica se transforman en organizaciones pro patronales como contraprestación al buen trato de los ejecutivos o simple mecanismo de supervivencia. Al amparo de la legislación vigente sus estructuras dirigentes se autoeligen y tienen capacidad de controlar el acceso de nuevos postulantes que rápidamente son cooptados para las políticas oficialistas.  La llamada “autonomía sindical” se presta así para la instalación de una verdadera burocracia sindical que no admite cambios reales en la conducción. Este ambiente permite y alimenta todas las formas de corrupción sindical. Enfrentarse a los núcleos dirigentes es imposible como lo muestran las pretensiones de censura en Jumbo o Sodimac o los intentos de rebelión en el SIL de D&S-Walmart.

El control de los recursos económicos propios y las políticas de extensión de beneficios de las compañías, destinadas a favorecerlos, hacen imposible una competencia sindical seria. Sólo se pueden observar en contadas ocasiones algunas disputas entre personas o grupos al interior de una misma directiva. Son en realidad disputas por el “botin”.

Entre estos sindicatos nacionales el más característico del modelo es el SIL. Fundado a fines de 2007, después de una conversación en Ginebra entre el presidente del sindicato nacional de Sodimac, que sabía de qué hablaba, y el gerente general de D&S. Lo dicho fue confirmado meses atrás en una declaración pública del presidente de la Consfecove(confederación del comercio).  El SIL alcanzó más de tres mil socios en un par de meses luego que los administradores de locales y los encargados de las secciones de personal actuaran como facilitadores y reclutadores para el SIL. En 2008 se concretó un “acuerdo marco”, esto es un convenio colectivo disfrazado para limitar la negociación colectiva en los locales e impedir la sindicalización autónoma que empezaba a levantarse. En el mismo año la Dirección del Trabajo emitió un Dictámen condenando las prácticas del SIL y de D&S. En 2010 el equipo que condujo entre 2006 y 2010 la Dirección del Trabajo y que condenara al SIL  reaparece como su equipo asesor. En 2014 el SIL desarrolla una campaña de blanqueamiento de imagen con respaldo de protectores políticos claramente identificados y sostén económico de la empresa derivado de la negociación colectiva de 2012. Que terminó en varios convenios colectivos, como ha sido su práctica permanente.

En el intertanto y a partir de 2010 con mayor energía, se levanta una poderosa alternativa sindical al SIL en Walmart. Es la Federación Nacional del Trabajador de Walmart, cuya historia resume el modelo de sindicatos locales federados.

Es a partir de una dura huelga legal en un local de Santiago en 2008 que se revierte la tendencia de derrotas previas de los sindicatos autónomas por comparación a los convenios colectivos surgidos del “acuerdo marco” del SIL. Este Sindicato de Gran Avenida obtuvo un superior acuerdo a todos los instrumentos colectivos existentes que hacen posible que hoy sus socios históricos tengan mejores condiciones que cualquier trabajador de otros locales de la compañía. Con este ejemplo se levantaron otras organizaciones y en 2010 son 19 los sindicatos que por separado alcanzan mejores instrumentos que el SIL. En 2012 la tendencia es irreversible, en los formatos híper y express son 51 sindicatos con  cerca de 10.000 trabajadores los que sencillamente revientan todos los plazos diferentes de sus negociaciones y los distintos universos de trabajadores para cerrar un formato único de beneficios para todos los trabajadores de la compañía, sin importar ubicación territorial o tipo de local. En paralelo se negoció con miles de trabajadores de otros negocios de Walmart como planta de alimentos y casinos, tarjeta Presto, etc.

Esta estrategia de construcción de poder fue llamada “muchas flores y una sola primavera” (recordando a Mao en China). Se constituyeron sindicatos por establecimiento, sin importar su categoría jurídica inicial. Luego se transformaron en sindicatos de empresa o sindicatos de empresa de establecimiento. Usando la fórmula de “Sindicatos que se unen para negociar” se han sentado sucesivamente en las mesas de negociación con Comisiones Negociadoras representativas. Es evidente que “las flores” son  los sindicatos locales y “la primavera” la negociación colectiva conjunta.

Como parte de esta historia, Walmart ingresó a la propiedad de Líder en 2009 y tomó el control en 2010. En el mismo año un grupo de altos ejecutivos concurrieron a las oficinas de la Federación para establecer un “acuerdo de paz” con la Federación. Este contuvo  tres principios; i. Igualdad de Remuneraciones para todos los trabajadores de Líder sin importar su pertenencia sindical, ii. Igualdad de Trato a todas las organizaciones sindicales de la compañía, iii. Libertad de Afiliación Sindical para los trabajadores de Líder. Complementariamente, en 2011, Walmart simplificó sus razones sociales y se allanó a la gran negeociación reglada que le presentó la Federación en Diciembre de 2012. Como se comprenderá, así se acabó con el monopolio sindical del SIL y la preferencia pública  de la empresa por ese sindicato interempresas y se abrieron las puertas para el despliegue de múltiples opciones sindicales. No obstante hasta hoy ha continuado una política de respaldo al SIL, para contrarrestar la influencia de la Federación que hoy alcanza 14.000 afiliados. Este respaldo se basa en las conductas prácticas de muchos mandos medios y en el aporte económico de la alta gerencia de Walmart a la directiva del SIL en los acuerdos de cierre de los convenios colectivos. Se habla de cientos de millones de pesos entregados por el acuerdo colectivo en 2012, a modo de compensación por la plata pérdida por el SIL al terminarse con el cobro del 75% por la extensión de beneficios, debido a la presencia ya pareja de la Federación en la realidad sindical de Walmart.

La fórmula de “muchas flores y sola primavera” fue y es empleada en paralelo por sindicatos de Falabella, Paris, Sodimac, Ripley y otros. La inmensa mayoría de estos cientos de sindicatos locales se agrupan desde 2008 en la Coordinadora de Sindicatos del Comercio, hoy una Confederación legalmente constituida de poco más de 30.000 socios que ha definido separar aguas con la CUT y avanzar a la construcción de la Central del Retail y del Comercio.

La pregunta de fondo es entonces; ¿Con el actual contexto de asimetría de poder y desfavorable en términos legales, culturales y políticos a la constitución de grandes sindicatos, cual es modelo de sindicatos que se debe impulsar?

Esta pregunta adquiere actualidad luego de conocer ciertas intervenciones de autoridades de gobierno y directivos de la CUT que  señalan que las esperadas reformas laborales deberían favorecer el desarrollo de grandes sindicatos. Más aún, la ley que permite declarar que varias razones sociales son un único empleador siendo mala respecto de las expectativas de los dirigentes sindicales que entienden el tema y de la realidad existente, permite que negocien sindicatos interempresas que tengan exclusivamente socios en las razones sociales involucradas en una eventual negociación. Esta salida aparentemente progresista es en la práctica ridícula. Favorece a sindicatos como el SIL que han negociado siempre convenios colectivos y que nacieron como organizaciones pro patrón. Esperamos con curiosidad qué harán ahora después de las muchas fotos con las autoridades del trabajo.

Nuestra opción y por tanto la respuesta a la pregunta es simple. Los sindicatos locales favorecen la construcción de poder sindical al instalar las directivas al nivel de los socios, en su cercanía, facilitando los niveles de sindicalización y dominio de su espacio, abarata los costos administrativos de la gestión sindical (por comparación a la mantención de las burocracias nacionales), mejorando así los recursos para beneficios directos de los socios. Esta fórmula promueve la participación y acceso al recambio de dirigentes así como el control social de sus quehaceres. El arraigo en los establecimientos potencia la “alianza de iguales” que constituyen las federaciones como cubierta de la fórmula jurídica “sindicatos que se unen para negociar”.

En nuestra experiencia, no requerimos de ninguna ley para anticipar el término o la simplificación del multiruts, fue suficiente levantar “negociaciones en bloque” para ascender a un nuevo estadio de negociación en las más grandes empresas del retail. Seguimos en eso…

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